lunes, 14 de mayo de 2018

 KENETH TYNAN.

https://es.wikipedia.org/wiki/Kenneth_Tynan

El teatro y la vida. Manifiesto de los jóvenes iracundos.
Editorial DÉDALO, Buenos Aires, 1960.


"El buen teatro, para mí, está compuesto por los pensamientos, las palabras y los gestos que les son arrancados a los seres humanos en su camino hacia, o en su huida de, la desesperación. Una obra teatral es una ordenada secuencia de hechos que lleva a una o más de las personas (personajes, sic) que en ella intervienen a un estado desesperado, que siempre tiene que explicar y deberá, si es posible, remediar. Si lo peor que puede ocurrir en la obra es que al protagonista lo expulsen de la Universidad de Oxford, nosotros nos reímos y la obra se llama farsa; si la muerte es una posibilidad, nos acercamos mucho a la tragedia.  Allí donde no hay desesperación, o donde la desesperación está inadecuadamente motivada, no hay drama...
 El teatro varía de época a época - en nuestros tiempos casi de semana a semana - porque todas las épocas tienen un nuevo umbral de desesperación, una nueva definición de las presiones que la causan. En la antigüedad, un mal presagio de un adivino habría sido suficiente... Y en nuestros días se escriben obras en las cuales el ostracismo social, el rechazo por parte del "establishment" es presentada como razón adecuada para provocar la desesperación humana. Todos esos motivos están tan muertos como las sociedades que los crearon. ...
Mientras tanto los verdaderos grandes problemas beligerantes como la pobreza, la ignorancia, la opresión y demás, no aparecen para nada en el escenario porque los autores huyen de ellos como de la peste. La mansión del teatro está llena de escombros, antiguas suposiciones...

... La tarea de los nuevos autores teatrales consiste en remover esos escombros, barrer el piso y hacer lugar en un teatro que, como ha dicho Arthur Miller, "está herméticamente cerrado a la vida" para las causas reales del dolor humano contemporáneo."