ANAGNÓRISIS, PERIPECIA.
Al considerar una y otra
vez, por razones de trabajo pedagógico,
las diversas traducciones disponibles de La poética de Aristóteles no
deja de sorprendernos la enunciación que hizo el filósofo macedonio acerca de
los componentes más atractivos de la fábula.
A saber, descubrimiento y peripecia. Un aparte más tarde termina por
agregar otro, característico, no sólo de la tragedia, sino de todo escrito dramático anterior y posterior
al mismo Aristóteles, la pasión o sufrimiento.
Digo esto porque después de
algunos años escribiendo mis cosas, vuelvo a caer en cuenta de que durante el
siglo IV antes de Cristo se produjo una sabia
reducción (demasiado acertada) de lo que es la trama de una obra de teatro. Y
digo, que no por haberlo usado sin conocimiento de causa durante décadas, este redescubrimiento
no deba asombrarme.
Es justo así. Me tocó leer
para las clases seis comedias de Terencio (favorito sentimental) y algunas más
de Plauto; cuando iba ya por la tercera podía preveer cuál sería el desarrollo
de la trama a continuación porque siempre hay un personaje de noble extracción
reducido a condición humilde, quien, para felicidad de los que luchan por
causas más simpáticas al público,
termina siendo reconocido o elevado. Mediante esa identificación de la verdadera
naturaleza del personaje se logra estabilizar un desequilibrio que obliga originariamente
a la acción. Luego se cierra el caso y todos en santa paz. Bueno, es un decir.
A ese descubrimiento lo
llamamos anagnórisis del
griego antiguo ἀναγνώρισις, «reconocimiento». Es la
revelación de una cierta información que los personajes desconocían hasta el
momento y cuyo efecto dentro de la trama es un giro de la fortuna, un cambio en
la valoración de las circunstancias. Esto ocurre en casi todas las obras de
teatro que conozco, pero el mejor ejemplo es el de Edipo, Rey, quien descubre
durante un sostenido calvario que él mismo es el hijo y asesino de Layo y por
tanto esposo e hijo de Yocasta.
La peripecia (Del gr. περιπέτεια) se refiere a
series de eventos relacionados la acción de los personajes las cuales originan
resultados contrarios a los esperados. A pesar de que se le relaciona con la
noción de aventura, más bien tiene la connotación del revés de la fortuna, un
acto que obtiene efecto inesperado o contrario. Claudio, el tío de Hamlet
intenta envenenar a su sobrino durante un encuentro de esgrima y así dispone una sustancia mortífera en una
copa de vino para brindar por el buen triunfo del príncipe de Dinamarca. El
resultado es que la reina bebe de la copa y muere, esto revela las intenciones
del “rey” a Hamlet quien le obliga a beber hasta las heces del mismo
recipiente.
Reconozco
que a veces las cosas les salen mejor de lo que esperaban a
los caracteres, gracias también a la peripecia.
Estos dos conceptos los aprendi de tus clases y son un gran auxilio tanto para la comprensión de textos dramáticos como desenredar mis estopas dramáticas. Gracias
ResponderEliminarFacebook: Ramónchy De Jesús
Eliminar