miércoles, 4 de noviembre de 2015

UNA COFRADÍA QUE LLEVA UN APELLIDO.

Me ha tocado dirigir la obra de Xiomara, mi hermana, Cofradía, intento que ya hicimos hace cuatro años y que ahora va por la vencida. Como todo en el grupo de trabajo, la puesta fue producto de una discusión, si bien se trata de la misma lectura sobre los sueños y aspiraciones, el choque con la realidad y el vicio agustiniano-artaudiano del teatro, el clima general debería ser más ligero y en el fondo una constatación divertida de una realidad que todos conocemos.
Volvimos con la estupenda y exquisita Marisol Mateos, actriz de reconocida trayectoria, premiada y prestigiada como maestra del teatro en verso, pero por encima de todo una de las actrices de vis cómica más notables en nuestro medio. Y esta vez la acompañamos con Ignacio Marchena, galán que no gusta de hacer de galán sino de característico, a quien le pedimos inicialmente que acentuara su dicción con un cierto efectismo y algo de misterio. Mantuvimos a nuestro inseparable Nelson Lehmann y a la fetiche del grupo, (más amuleto que fetiche) Mayte Parias. Llamamos a Jhon David Peña para que hiciera las veces del joven y negligente personaje de Samuel.
Volvimos a la partitura original compuesta ya por Mladen Horvat para la música incidental. Como el creador estaba fura del país tuvimos que escuchar y rearmar un rompecabezas muy fácil, qué música se corresponde con qué escena y cuál intención.
Yo impuse mi idea de que, a falta de escenografía corpórea, demasido exigente para una obra que transcurre en cinco cuadros escenográficos distintos, utilizáramos un velo que sugiriera mediante transparencias los diversos lugares a que se hace referencia.   Valentina Herz se ocupó del diseño de los telones y de la posterior ambientación
Desde el comienzo hay una planta de movimientos direccionada, es decir cada cuadro permite el uso distinto del espacio, en ambas diagonales, frontal o en concéntricos ámbitos de intimidad. Ése es el criterio definitorio de nuestra iluminación para esta obra. En ello colaboró con nosotros el amigo de siempre Gerónimo Reyes



Como era de esperar, la gente de teatro adoró verse retratada en su especial "adicción" y los fans no se han hecho de rogar. Nos presentamos en el Teatro Principal de Caracas y ya nos habíamos hecho a la idea de que era el hogar natural para esa obra y tuvimos que seguir nuestra trashumanza. Ya cosechamos un premio y varias nominaciones. Participamos en Festivales Nacionales de Teatro y ya nos acostumbramos a pensar en Cofradía como un espectáculo itinerante sobre la itinerancia absurda de nuestros espectáculos. La hemos pasado bien

1 comentario:

  1. Excelente!!!!! La vi la primera, la vi la segunda y la seguiré viendo. Dramaturgia, Dirección, Actuación que merece premiación

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